Testimonios de los habitantes de Naples, en Florida, dan cuenta de cómo el huracán Irma arrasó con casas prefabricadas a su paso y como es que muy pocas lograron mantenerse en pié.
Cantidades de paneles deprendidos por completo, trozos de aluminio y otros materiales con los que se prefabrican estas viviendas económicas que no cuentan con cimientos y que se disponen en pequeñas barriadas una al lado de la otra formando alineaciones, volaron por los aires por el paso del huracán Irma por Florida, con vientos de más de 200 Km por hora, a la par que las calles quedaron inundadas y con cantidades de escombros y materiales livianos que flotan junto con árboles caídos y una que otra pertenencia de los habitantes de las casas.
Donald Larcon, habitante de una de las pocas casas que se mantuvo en pié, relata que encontró en su jardín restos de aluminio pertenecientes a los techos de quien sabe de cuál de sus vecinos debido a que el barrio donde vive quedo prácticamente devastado por Irma.
Su casa sin embargo, resistió los embates de los fortísimos vientos y según Larcon, esto se debe a que su vivienda fabricada después de 1990, posterior al huracán Andrew, contaba con refuerzos en las barras de madera que forman la estructura, estas son casas un poco más sólidas que las que lamentablemente fueron destruidas por Irma que solo estaban preparadas para resistir vientos de 175 Km por hora.
El jubilado y su familia se fueron a una zona de seguridad pensando que a su regreso ya su casa no estaría, pero se equivocaban, ya que estas casas prefabricadas son concebidas con la idea de un lugar cómodo, accesible y destinado a un target específico de personas, como jubilados o clases populares, que se desmontan de forma rápida y que pueden ser trasladadas en un camión sin mayor problema.
Otro barrio donde lo más normal son ver estas viviendas prefabricadas, es Enchanted Shores, hogar de los esposos Donald y Marie y donde los habitantes son personas de más de 50 años; gran parte de las casas son ocupadas a partir de noviembre cuando los jubilados se trasladan hasta allí para evitar el invierno de los estados que están más al norte, sin embargo, esto por ahora no será posible porque Irma arrasó con sus hogares de temporada.
Los terrenos en esta parte de Florida son caros, por eso una vivienda puede tener un precio que oscila entre 110.000 y 225.000 dólares y si hablamos de una casa de ocasión se pueden conseguir entre los 60.000 y 100.000 dólares.
Un matrimonio permaneció en su hogar, el cual protegieron con materiales de metal anti huracanes en las ventanas y se encerraron en un armario en la parte más céntrica de su casa desde donde escuchaban como Irma destrozaba todo a su alrededor, sin embargo, su vivienda prefabricada resistió los embates gracias a que contaba con un amarre reforzado o suplementario.
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