La Casa MF: donde el concreto dialoga con las plantas

Las construcciones modernas y de tendencia futurista, se levantan en espacios naturales con la firme promesa conceptual de mantener un contraste desde la armonía de los materiales y el entorno verde e imponente.

Bajo esta premisa, la Casa MF, soñada y gestionada por la empresa Raro Architetti Associati, está ubicada al pie de los Alpes, en la ciudad de Trento, Italia como una obra donde impera el concreto y el cristal para conciliar ambos materiales en un área de 300m2., y en un terreno de 1000.0 m2.

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La estructura fue construida sobre una ladera

Se orienta hacia el noroeste con un envolvente hormigón que protege a la vivienda de la zona urbana, pero hacia el suroeste se abre al paisaje que ofrece el valle que la rodea. Es apreciable por un tipo de arquitectura muy utilizada por los diseñadores de ArchDaily.

La belleza de la horizontalidad

La Casa MF se presenta en la zona con un rigor en su estructura horizontal, levantada con un muro que se inclina hacia el valle.

Sugiere un equilibrio visual para los amantes de las líneas duras pero que concilian con los espacios. La parcela posee dos niveles, el primero con un jardín privado y de diseño colocado en la parte superior y una zona verde más abierta en la inferior.

Estas estructuras del hormigón conviven con los árboles plantados a lo largo de la carretera, entre las paredes y el jardín. El muro perimetral actúa como un umbral entre la zona urbana con la residencia, pero más allá funciona como un filtro para entrar a los espacios construidos con grandes ventanales tipo panorámicas.

Al entrar hacia el patio, de manera interna surge otro espacio abierto con doble altura con una planta sembrada en el medio entre una pesada pared suspendida, pero que pareciera mantener una permanente conversación silenciosa con este ser de la naturaleza.

Habitar con las montañas a tus pies

La superficie habitable de la Casa MF, se sitúa en la primera planta, a lo largo en unos extensos pasillos con grandes paredes acristaladas que dan hacia la vista general del entorno montañoso.

La planta baja es para los servicios y ofrece un acceso directo a la piscina que se desarrolla alargada y paralela al edificio, parcialmente cubierta, hasta extenderse una buena parte con vista libre hacia el valle.

En general está estructura comienza con una pared vertical que se desenvuelve entre ambas plantas para soportar el peso de las vigas del techo como si fueran nervaduras visibles a la vez que sostiene el ala flotante. Todo combinado entre hormigón, piedra artificial, cristal y el color verde que hipnotiza con esta obra arquitectónica.